lunes, 26 de octubre de 2015

5 razones por las que las relaciones públicas nunca morirán

Desde hace bastante tiempo se viene hablando de la muerte de la publicidad, al menos de la publicidad tal y como hoy la conocemos. No contentos con matar a la publicidad, los más agoreros se empeñan también en asesinar a la “prima hermana” de esta disciplina: las relaciones públicas. Sin embargo, las relaciones públicas son “inmortales” por las siguientes razones :
1. Las relaciones públicas tienen que ver con las relaciones
Las relaciones públicas son algo más que tratar de vender un producto a la audiencia. El objetivo último de una campaña de relaciones públicas puede ser vender un producto, pero su verdadero “corazón” es construir relaciones con el público. En la nueva era digital, las relaciones son más importantes que nunca. Los consumidores no quieren ya que las marcas les vendan sus productos y servicios sino que les cuenten la mejor manera de utilizarlos.
2. Los expertos en relaciones públicas comprenden el funcionamiento de los canales de comunicación
Los mensajes de las marcas pueden permanecer inalterables a lo largo del tiempo, pero no así los canales, que cambian constantemente. Para adaptar los mensajes de las marcas a las constantes modificaciones de los canales, los expertos en relaciones públicas son un apoyo fundamental para las marcas.
3. Las relaciones públicas ayudan a las marcas a mostrar sus verdaderos rostros a la audiencia
Para mostrarse de cara al público, las marcas necesitan de portavoces y embajadores que representen la esencia de la compañía y transmitan confianza a la audiencia.
4. Las relaciones públicas ayudan a las marcas a mejorar sus productos
Una de las mayores ventajas de entablar relación con el consumidor es averiguar qué funciona y qué no funciona en las productos  y servicios de las marcas. Las relaciones públicas ayudan a las marcas a conectar con la voz del consumidor e introducir mejorar en sus productos y servicios.
5. Las relaciones públicas son sutiles
Las relaciones públicas son una manera sutil, más al menos que la publicidad, de convencer a la audiencia de que necesita realmente los productos y servicios de una determinada marca.